Mi reflexión como fisioterapeuta
El día 14 de marzo de 2020 tras la declaración del estado de alarma y siguiendo las recomendaciones del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad tras la evolución de los casos de contagios por covid19, nos vimos obligados, bajo nuestra responsabilidad, a cerrar el centro de fisioterapia, ya que no podíamos garantizar las medidas de seguridad recomendadas para evitar la trasmisión de la enfermedad (cómo la mayor parte los fisioterapeutas de este país).
A pesar de todas las recomendaciones de seguridad dadas desde las instituciones, los fisioterapeutas somos profesionales sanitarios y según las instituciones que nos dirigen durante el estado de alarma somo profesiones esenciales, por lo cual no estamos obligados a cerrar nuestros establecimientos, pudiendo mantener nuestra actividad durante el estado de alarma y seguir tratando a nuestros pacientes.
Mi reflexión como fisioterapeuta es la siguiente. Es cierto que somos profesionales sanitarios y nos debemos a nuestros pacientes y como tales y dada nuestra actividad debemos estar presentes en la recuperación y rehabilitación de las funciones perdidas durante una enfermedad o lesión, pero bajo mi punto de vista no somos profesionales de urgencia. La fisioterapia no es una profesión que requiera urgencia sanitaria, no lo es ahora y no lo ha sido nunca. Aclaro urgencia sanitaria, para que no haya malentendidos; según la OMS una urgencia o emergencia sanitaria es aquella situación crítica de peligro evidente para la vida del paciente y que requiere una intervención sanitaria inmediata. (según esto…. Aquí no entramos los fisios ¿no?)
Creo que durante un estado de alarma como el que estamos viviendo actualmente, en el cual se está pidiendo a la población que no abandone sus casas salvo para cosas muy esenciales, por el tiempo indispensable, que se proteja, que evite tocar superficies, que se mantenga a metro y medio de distancia de otras personas, que desinfecte todo lo que toca, incluida su ropa cuando llegue a casa, que evite las visitas familiares… y que a pesar de todo siguen subiendo el número de contagiados cada día, es irresponsable e incoherente mantener los centros de fisioterapia abiertos.
- Irresponsable por que los fisioterapeutas trabajamos en contacto directo con nuestros pacientes. Los movemos, los tocamos, utilizamos nuestras manos para guiar, enseñar o mejorar el movimiento o la función. Eso es lo que nos caracteriza. Dedicamos tiempo a nuestros pacientes. En nuestro caso 1 hora de tratamiento con un paciente en una sala. CONTACTO DIRECTO, en definitiva. A esto hay que añadir que no disponemos de los equipos de protección adecuados, por que no nos llegan. Nuestros proveedores no disponen de ellos. Somos por todo ello un vector de contagio importante, por lo que, dadas las circunstancias, el índice entre el riesgo de contagio que se corre al ir al fisioterapeuta y el beneficio que obtiene el paciente de la sesión, está claro que no favorece al paciente, ni al terapeuta tampoco.
- Incoherente por que desde las instituciones se está pidiendo que la población no salga a la calle… lo indispensable para comprar y poco más…. Entonces como vamos a sobrevivir los centros privados si no tenemos clientes ¿¿¿???? ¿Realmente alguien en su sano juicio y tal y como están las cosas en cuanto al contagio y a su posterior repercusión en determinado sector de la población (muertes incluidas), iba a arriesgarse a ir al fisio? Si son los mismos pacientes los que nos llaman para cancelar las sesiones.
A pesar de todo ello, y de que estemos pasando un mal momento social, laboral, económico …. Sigo pensado que tengo una profesión que me apasiona, una bonita profesión, porque somos unos de los profesionales sanitarios que más CONTACTO tiene con sus pacientes, tanto físico como emocional. Recordad que hace unos meses, en esas encuestas que a veces salen en los medios, nos nombraban como una de las profesiones más satisfactorias. Seguimos siendo los profesionales mejor valorados. Y todo esto va a hacer que sigamos siéndolo, por que a pesar de todo somos RESPONSABLES CON NUESTROS PACIENTES.
Animo a todos mis compañeros fisioterapeutas, que bajo nuestra responsabilidad y con una abnegación y altruismo admirables, hemos cerrado nuestras manos en estos días tan críticos.
¡¡¡Todo Saldrá Bien!!!